Y continuamos aprendiendo con nuestro proyecto “75 Pueblos 75 Semanas. Un viaje por la gastronomía de Córdoba”. Proyecto que nos está llenado el corazón de bonitos momentos y bonitos recuerdos que quedarán para siempre en los que trabajamos día a día en él. Nunca deja de sorprendernos cada nuevo rincón de la provincia de Córdoba que pisamos. En cada uno de esos rincones, a cuál más especial, siempre encontramos una sonrisa y unas manos dispuestas a enseñarnos esas recetas que hacen tan mágica nuestra gastronomía.
Jornada gastronómica en Luque
Siguiendo en ruta por la Subbética cordobesa, hacemos parada en Luque. Ana María Higueras Ruiz, segunda teniente alcalde de este ayuntamiento nos recibió para acompañarnos al Centro de Mayores, lugar lleno de vida y actividad.
Allí nos esperaban señoras del Taller de Recuperaciones de Tradiciones del Centro de Mayores de Luque, que habían improvisado una gran cocina en la sala de música con 4 fogones, en cada uno de los cuales se elaboraría un plato diferente. Esa ilusión, ese cariño, esa alegría que transmitían cada una de ellas, hizo que el día gris y lluvioso que lucía tras aquellas ventanas, no apagara el sol que allí dentro brillaba.
José Chamizo, segundo de cocina de Taberna la Montillana, fue el encargado de recibir en esta ocasión el testigo de estas suculentas recetas que más tarde degustamos:
- Pollo en pepitoria, guisado por Carmen Marques, Eloísa Baena, Eulalia Molina y María de la Cruz Membiela. La pepitoria la usan en varios momentos del año: en Nochebuena con pavo, en velatorios con gallina y cualquier domingo con pollo.
- Maimones Luqueños con jamón y huevo, cocinados por Encarna de las Moreras y Consuelo Olmedo. De este plato nos contaban, que antiguamente se lo daban a los niños con azúcar en vez de con sal.
- Compota de membrillo, típica en esta época del año, elaborada por Elena Zamora y Vicenta Marín.
- Gachas de almendras, que antiguamente las ponían para comer, no como postre, de la mano de María Ángeles López y Rosario Rodríguez.
Dado que estábamos guisando en la sala de música, mientras reposaban los platos, cada una de ellas cogió un instrumento, incluida la zambomba luqueña, y nos deleitaron con algunos villancicos como “Madroños al niño”, “Una gitana graciosa” o “Campanilleros”.
No nos queda mas que agradecer a cada una de ellas, Eulalia, Carmen, Eloísa, María, Encarna, Consuelo, Elena, Vicenta, M.ª Ángeles, Rosario y Ana María la magnífica jornada que pasamos entre sus fogones y los increíbles guisos que cocinaron. Estaban exquisitos y nosotros nos vamos con algo más aprendido. ¡Gracias por vuestro tiempo, gracias por vuestro entusiasmo, gracias por vuestro cariño, gracias por vuestra ilusión, gracias por vuestra luz!
